Congresista mostró su disconformidad por la medida impuesta.
La tercera vicepresidenta del Congreso, Rosselli Amuruz, se mostró indignada por recibir una sanción de 60 días de multa por parte de la Comisión de Ética del Parlamento y furiosa amenazó al congresista Diego Bazán, presidente del grupo sancionador, con revelar sus secretos.
La medida disciplinaria fue impuesta a raíz de la organización de una fiesta para su pareja a finales de septiembre, un evento que lamentablemente culminó con un crimen en Lince.
Después de que el informe final en su contra fuera aprobado por 12 votos a favor y tres en contra, Rosselli Amuruz se retiró del recinto, pero no sin antes lanzar una amenaza contundente hacia Diego Bazán, presidente del grupo legislativo e integrante de su misma bancada.
“Espero que sea igual con los ‘mochasueldos’, presidente. A ver si usted en sus fiestas… Lo voy a publicar”, advirtió antes de abandonar el lugar.
Esto marca otro episodio en la trayectoria de Rosselli Amuruz, quien previamente fue objeto de investigaciones por presunta contratación de allegados al excongresista Paul García, con quien mantiene una relación sentimental. A pesar de las acusaciones y la sanción impuesta, Amuruz se mantiene firme en su posición, considerando injusto el castigo que enfrenta.
En una declaración posterior a los medios de comunicación, Rosselli Amuruz justificó su actitud y expresó su preocupación por la transparencia en el manejo de recursos del Estado.
Además, lanzó una advertencia directa hacia Diego Bazán, insinuando la posibilidad de revelar videos comprometedores de sus fiestas privadas.
Estas acusaciones y amenazas plantean una tensión adicional en el ya convulso panorama político peruano, con Rosselli Amuruz enfrentando una investigación preliminar por la Fiscalía de la Nación por presuntos delitos de negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo.