La Contraloría General de la República se encuentra en una situación financiera crítica que amenaza con paralizar sus operaciones a finales de mayo y provocar el despido de más del 50% de su personal. La alarmante advertencia fue realizada por el contralor general, César Aguilar, durante una sesión pública, poniendo en evidencia la grave crisis que enfrenta la entidad fiscalizadora en un año preelectoral crucial para la supervisión de los fondos públicos.
Según explicó Aguilar, la institución solo cuenta con recursos para operar hasta el término de mayo, lo que podría obligarla a no renovar los contratos de 2,175 trabajadores. Esta drástica medida implicaría la pérdida de personal esencial para la labor de control a nivel nacional y comprometería los costos operativos básicos necesarios para el funcionamiento de la Contraloría.
La magnitud de la posible reducción de personal es escalofriante: la no renovación de 2,175 contratos representa la pérdida de más de la mitad de la actual fuerza laboral de la Contraloría. Esta situación forzaría a la entidad a reformular sus metas institucionales, impactando directamente en la supervisión de los recursos públicos en un contexto marcado por la proximidad de las elecciones y una acelerada ejecución presupuestal.
“Vamos a perder a 2,175 colegas”, enfatizó con preocupación César Aguilar, subrayando que esta significativa disminución de personal limitaría severamente la capacidad de la Contraloría para fiscalizar obras y proyectos en todo el territorio nacional.
Durante su exposición, Aguilar reveló que la Contraloría había realizado la devolución de saldos de balance al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) bajo el compromiso de que estos serían restituidos para cubrir las planillas de la institución. Sin embargo, hasta la fecha, este acuerdo no se ha concretado, y no se ha emitido ningún decreto de urgencia o decreto supremo que garantice la continuidad financiera de la entidad fiscalizadora.
El contralor lamentó la falta de soluciones concretas a pesar de las reuniones sostenidas tanto con el exministro de Economía como con el actual titular del MEF, Raúl Pérez-Reyes. Aguilar precisó que la Contraloría no requiere la extracción de fondos de contingencia, sino simplemente la devolución de sus propios recursos.
Ante esta crítica situación, el contralor César Aguilar hizo un llamado urgente al nuevo ministro de Economía, Raúl Pérez-Reyes, para que se interiorice de la gravedad del problema y actúe con prontitud. Aguilar reiteró que la Contraloría desempeña un papel fundamental para asegurar el uso eficiente y transparente de los recursos públicos, y que su debilitamiento tendría consecuencias negativas, especialmente en un año donde se requiere una mayor vigilancia de la ejecución del gasto público. La incertidumbre sobre el futuro de la Contraloría genera preocupación en la ciudadanía y en los actores políticos ante la posible merma en la fiscalización de los fondos del Estado.