Voceros de oposición sospechan maniobras para dilatar censura.
El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, reconoció este viernes que incurrió en un error al no agendar para debate las mociones de censura contra el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, durante la sesión plenaria del pasado jueves.
El parlamentario de Alianza para el Progreso explicó que, contrariamente a lo que afirmó en la víspera, el Reglamento del Congreso no exige que el pleno “dé cuenta” de estas mociones antes de definir su debate.
“Quiero reconocer que ayer hubo una afirmación que pude haber inducido a esa presunción”, admitió Salhuana ante los medios.
A renglón seguido, precisó que el procedimiento de “dar cuenta” solo aplica para casos de interpelación, no para censuras.
Bajo esa premisa, anunció que propondrá ante la Junta de Portavoces que el debate sobre la permanencia de Adrianzén en el cargo se realice el miércoles o jueves de la próxima semana, fechas en las que se celebrarán sesiones plenarias.
“El lunes, en la sesión de portavoces, vamos a plantear que el debate se realice el miércoles o jueves. Los portavoces decidirán con su voto. No hay necesidad de dar cuenta”, recalcó el titular del Legislativo.
Además, recordó que el reglamento establece que el Congreso debe debatir y votar las mociones de censura entre el cuarto y décimo día natural tras su presentación.
El aplazamiento causó suspicacias entre diversas bancadas. Desde Perú Libre, el vocero Flavio Cruz advirtió que podría tratarse de una maniobra dilatoria: “Tal vez se procura dilatar. En este contexto hay votos para la censura, pero si se empieza a enfriar y negociar, eso es el problema”, cuestionó.
A su turno, Jorge Montoya, de Honor y Democracia, también criticó la omisión. “Creo que se debió dar cuenta ayer del tema. No es adecuado lo que está sucediendo; aparentemente parece que se quiere blindar”, comentó.