Luego de cinco años de la recordada fecha de la Reincorporación de Tacna al Perú, cuando se vio la necesidad de que la ciudad contara con un himno propio. La idea se sostuvo, pero fueron pocos los que apoyaron la iniciativa.
Sin embargo, un grupo de amigos amantes de las artes, entre quienes estuvieron el doctor Víctor Bailen Ángulo, profesor de castellano; el profesor director del Anexo del Colegio Nacional de Varones, señor Miguel Hurtado; el señor Alfredo Ulloa, secretario de la Prefectura; y el profesor de música Alberto Díaz Robles, se reunieron para discutir el tema.
En esa reunión, el señor Bailen dijo tener ya una letra para un himno a Tacna, a la cual dio lectura. Los demás presentes quedaron entusiasmados con la propuesta, por lo que se acordó que el profesor Díaz Robles se encargaría de componer la música.
Quince días después, la reunión se volvió a reunir para escuchar la música del himno. La letra fue aprobada por unanimidad, y la música fue interpretada por la dama tacneña Leontina Laura Marín, quien dio su plena aceptación.
Así, el 28 de julio de 1934, el Himno a Tacna fue estrenado en una solemne ceremonia en la plaza de Armas de la ciudad. La letra del himno fue escrita por el doctor Víctor Bailen Ángulo, y la música fue compuesta por el profesor Alberto Díaz Robles.
El primer himno
Sin embargo, la idea de contar con un himno propio para Tacna no era nueva. Ya en 1886, un grupo de vecinos patriotas de la ciudad se reunió para formar una especie de asociación que estrechara los lazos de confraternidad y mantuviera constante comunicación del acontecer de los pueblos cautivos.
En esa reunión, se decidió que la asociación tendría un himno propio, y se designó al poeta y periodista tacneño Modesto Molina para que fuera el autor de la letra. Molina Paniagua, como era su nombre completo, escribió una letra que fue aprobada por unanimidad por los miembros de la asociación.
La música del primer himno a Tacna fue la misma que la del Himno Nacional del Perú. La letra, en cambio, era un canto a la resistencia y al patriotismo de los tacneños durante la ocupación chilena.
HIMNO A TACNA
Tacna, Tacna la tierra de ensueño
Tierra abierta a los brazos del sol
La que sabe de rojas quimeras
Y se enfrenta sin miedo al dolor.
La que supo vencer al destino
Y arranco del enigma su tul
La que mira de frente al mañana
Por que sabe que es fuerza y luz.
Avizora, tú ves el futuro
Hombres fuertes hoy crean tu afán
Tus arroyos se tienden ansiosos
Son puñales que clavan al mar.
Y sus vilcas extienden sus ramas
Como símbolo de esfuerzo tenaz,
Como ayer cobijaron revanchas
Hoy cobijan ensueños de paz.
El segundo himno
El himno de 1886 fue utilizado durante la ocupación chilena, pero fue reemplazado por el himno de 1934 tras la Reincorporación de Tacna al Perú.
El himno de 1934 es un canto a la belleza de Tacna, a su historia y a su gente. La letra es rica en imágenes y metáforas, y la música es emotiva y solemne.
El Himno a Tacna es un símbolo de la identidad y el patriotismo de los tacneños. Es un canto de amor a la tierra natal, y un recordatorio de la lucha que los tacneños libraron por su libertad.
HIMNO DE TACNA (II)
(Coro)
Mantengamos el fuego sagrado
del amor a la patria inmortal,
que Dios salva y eleva a los pueblos
que confían en su libertad.
I
Libertad que con sangre fecunda
nuestros padres fundaron ayer,
¡Libertad! Que es el alma del mundo,
que es su fuerza, su vida y su ley.
Que es del hombre la augusta conciencia,
que es poder que lo impulsa a luchar
contra todo lo que es ignorancia,
es error y es coyunda brutal.
II
No es el yugo el que salva a los pueblos,
no es tampoco su ley la opresión;
el progreso es la luz que nos guía
y nos lleva a un destino mejor.
Trabajemos por ese progreso
que es del siglo la propia verdad
y por él, redimida, mañana
libre Tacna y feliz se verá.
III
Tacna está por la Patria cautiva,
mas qué importa su cruel condición,
fue deber de nosotros salvarla;
fue salvarla, en nosotros, honor.
Confiando la Patria en su brazo,
su promesa no olvide jamás
y que premie el valor de sus hijos
con su amor, dándoles libertad.
IV
Ante el sol que se eleva en el cielo
y a la sombra del patrio pendón,
sea un himno de fe y esperanza
para Tacna el tributo mejor.
Que ofrezca a la tierra cautiva
de Vigil, de Mendoza, de Inclán,
de Blondell, de Maclean, y Bustíos,
Arias, Zela, Cornejo y Vidal.
(Letra: Modesto Molina; música: Himno Nacional del Perú)