El excongresista Juan Sheput ha encendido las alarmas al advertir que los actuales parlamentarios podrían incurrir en el delito de peculado de uso si aprueban una controvertida ley que los facultaría a hacer proselitismo político durante la semana de representación. De aprobarse este proyecto, los legisladores estarían utilizando recursos del Estado para fines de campaña, una práctica que ya estaría ocurriendo de facto.
"Es de muy mal gusto y poco elegante que, cuando ya se ha convocado a elecciones, los parlamentarios quieran modificar el reglamento para beneficiarse. Esto puede ser visto inclusive como peculado de uso, porque estarían usando recursos públicos en beneficio propio”, explicó Sheput, quien no dudó en señalar que varios congresistas ya estarían inmersos en esta irregularidad.
La "retroactividad" que salvaría a los "peculadores"
Sheput fue enfático al indicar que figuras como los congresistas Bermejo, Bellido y Soto ya estarían haciendo uso indebido de los recursos en sus semanas de representación. "Si los congresistas utilizan esos recursos de la semana de representación en proselitismo, estarían cometiendo el delito de peculado de uso, y en eso ya están inmersos varios congresistas como el señor Bermejo, Bellido y Soto", añadió.
El exparlamentario alertó sobre una peligrosa consecuencia: "Ellos se beneficiarían con este cambio reglamentario porque ya no serían sujetos a ningún tipo de indagación fiscal, porque cuando la ley beneficia al investigado, sí puede ser retroactiva. Entonces, el escándalo sería mayúsculo por varios lados”.
Asimismo, señaló la falta de pronunciamiento del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) al respecto. “Lamentablemente, allí hay una persona que nunca habla, y cuando lo hace, lo hace tímidamente. Debería dar su opinión para que sea considerada en el debate”, concluyó.
Inoportuno y populista: Las críticas de analistas
Por su parte, el analista político César Campos calificó de "inoportuno" que el Congreso apruebe una ley de esta naturaleza en las actuales circunstancias. “El proyecto es inoportuno, no debe ser aprobado de ninguna manera por el Pleno del Congreso en estas circunstancias. Sin embargo, dejo abierta la posibilidad de que más adelante se pueda discutir cuáles son las fronteras de la neutralidad política, porque es una palabra muy laxa, a mi juicio, muy amplia, pero no es el momento para debatir esto”, aseguró.
Campos advirtió que, de aprobarse esta norma, sería el Tribunal Constitucional (TC) el que tendría la última palabra sobre su procedencia. “Si se quiere violentar ese principio, va a traer consecuencias negativas y, efectivamente, tendrá que ser el Tribunal Constitucional, de prosperar esta norma, el que la declare fuera de los marcos de la ley constitucional”, agregó.
Finalmente, el analista indicó que este proyecto tiene una clara finalidad populista y egoísta. “Abrir una discusión de esta naturaleza en las actuales circunstancias es simplemente corroborar ese espíritu populista y bastante egoísta que tienen los actuales parlamentarios y probablemente un sector del Gobierno para llevar agua para su molino”, manifestó, recordando que en el país ya estaba instaurado el principio de que los funcionarios no deben aprovecharse del cargo público que ostentan.