Se les acabó la buena vida a los congresistas Darwin Espinoza (Acción Popular) y Kira Alcarráz (Podemos Perú). Tras un acalorado debate, la Comisión de Ética decidió, por unanimidad, aprobar una denuncia de oficio en su contra por presuntos intercambios de favores políticos.
La chispa que encendió la bomba fue un informe periodístico del programa "Punto Final" de Latina Televisión, donde se reveló que Alcarráz había contratado en su despacho a Stephanía Cuya, una "amiga con suerte" de Espinoza. Al parecer, este nombramiento no habría sido más que una movida para pagarle favores al congresista de Acción Popular.
Ante la contundencia de las pruebas, la Comisión de Ética, liderada por Diego Bazán (Avanza País), no tuvo más remedio que actuar. Con 15 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, se aprobó la denuncia de oficio, poniendo en jaque la reputación de ambos legisladores.
"Se acabó la fiesta para estos dos congresistas que creían que podían hacer lo que quisieran en el Parlamento", señaló una fuente al interior de la comisión. "Se les ha enviado un claro mensaje: la ética y la transparencia no se negocian".
La decisión de la Comisión de Ética marca un duro golpe para Espinoza y Alcarráz, quienes ahora deberán enfrentar un proceso donde se determinará si efectivamente incurrieron en una falta a la ética parlamentaria. De comprobarse su culpabilidad, podrían ser sancionados con suspensiones o incluso la expulsión del Congreso.
Este caso sin duda servirá como un precedente para otros congresistas que estén pensando en usar su poder para beneficio propio. La Comisión de Ética ha dejado claro que no permitirá que se manchen la honra del Parlamento y que actuará con firmeza contra quienes atenten contra la ética y la transparencia.