De las cuales 5 sanciones fueron impuestas a la EPS Tacna en el 2023, quien deberá pagar más de 59 mil soles de multa.
La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) impuso 244 sanciones a 42 de las 50 empresas de agua potable y alcantarillado a nivel nacional, durante el año 2023. De estas, 241 fueron multas y tres fueron órdenes de remoción de gerentes generales.
Las principales razones de sanción fueron por incumplimiento de medidas correctivas (55 %), falta de remisión y/o difusión de información (15 %) e incumplimiento de metas de gestión (11 %).
Las empresas prestadoras con más sanciones fueron:
EPS Grau de Piura (66)
Epsel de Lambayeque (22)
Unidad Ejecutora Agua Tumbes (12)
Sedapal (9)
Emapa Pasco (8)
A la EPS Tacna, se le impuso cinco (5) sanciones por no implementar medidas correctivas, no aplicar los ajustes por IPM y por no proporcionar información a la Sunass, resultando en una multa de 11.46 UIT y una amonestación escrita.
En el caso de las sanciones con multas, estas ascendieron a S/13,325,400 (2692 UIT). Es importante precisar que el 42 % de las empresas prestadoras sancionadas de esta manera se acogieron al beneficio de pronto pago.
La Sunass tiene entre sus funciones la supervisión del gobierno corporativo de las empresas prestadoras, en temas como la composición y recomposición del directorio, así como la designación, remoción y vacancia de los miembros del directorio y del gerente general de las empresas de agua.
En esta línea, el regulador emitió, durante el 2023, tres resoluciones de amonestación escrita a los gerentes generales de la Emapica S. A. (Ica), Emusap Abancay S. A. (Apurímac) y Epsel S. A. (Lambayeque) por no remitir información requerida por la Sunass y tres resoluciones de remoción del cargo de los gerentes generales de las empresas de prestadoras Sedalib S. A. (La Libertad), Moquegua S. A. (Moquegua) y de Sedacusco S. A. (Cusco), por no cumplir con los requisitos para el cargo.
La función sancionadora de la Sunass tiene como objetivo principal disuadir a los prestadores de servicios de saneamiento y reducir la probabilidad de situaciones similares en el futuro. También es un importante mecanismo de retroalimentación, pues ayuda a poner el foco en aspectos que requieren más atención de parte de aquellos, para garantizar la calidad del servicio.