Calendario gregoriano presenta una diferencia entre dos grupos.
Como cada cuatro años, el calendario se alarga aumentando un día más en el segundo mes del año, esta variación es conocida como año bisiesto, el cual significa más que solo un 29 de febrero.
Según el almanaque gregoriano, es una solución imperfecta del recorrido de la tierra al dar la vuelta al sol, por lo que tiene un día extra cada cuatro años.
Este aumento corresponde al conteo real correspondiente al año solar, el mismo que implica 365 días con 5 horas, 48 minutos y 45,10 segundos, siendo el verdadero tiempo en el que la Tierra demora en dar la vuelta al astro mayor, contrario a los 365 días exactos que popularmente se cree.
Es por eso que con el tiempo restante debe existir un día más para que todo el lapso acumulado pueda encajar en el conteo de doce meses, debiendo ser corregido en lo que llamamos como año bisiesto.
Años bisiestos y su complejidad
Un artículo de National Geografic España explica que el calendario gregoriano presenta una diferencia entre dos grupos de años. Estos son denominados como seculares y los no seculares. Los primeros son múltiplos de 4 y los segundos son múltiplos de 400, por tanto, se eliminan 3 de cada 4 años seculares.
Nat Geo detalla que, por ejemplo, los años 1800 y 1900 “pese a ser divisibles por 4 no son por 400, por lo que no fueron años bisiestos”. Caso distinto fue el 2000, el cual, al ser múltiplo de ambos números, fue considerado como año bisiesto.
El conteo de bisiestos cumple con ciclos de 400 años en los que existen 97 años bisiestos y 303 comunes, significando una cantidad de 365,2425 días, lo que implica menos de un minuto en el conteo diferenciado al año solar.