Una histórica sentencia del Tribunal Constitucional ha abierto las puertas para que los peruanos puedan decidir libremente el orden de los apellidos de sus hijos. A partir de ahora, es posible registrar a los recién nacidos con el apellido materno en primer lugar, siempre y cuando ambos progenitores estén de acuerdo.
¿Cómo hacerlo?
Aunque esta posibilidad es un avance significativo, el proceso no es automático. Para inscribir a un hijo con el apellido materno primero, es necesario iniciar un proceso judicial. Según Mayda Mendoza, especialista en derecho de familia, los padres deben presentar una demanda argumentando las razones de su elección. El juez evaluará cada caso de manera objetiva y decidirá si procede o no la solicitud.
¿Y si los padres no están de acuerdo?
En caso de desacuerdo entre los padres, la situación se complica. Actualmente, no existe una normativa clara que regule estos casos. Sin embargo, existen proyectos de ley que proponen realizar un sorteo para decidir el orden de los apellidos, bajo la supervisión del Reniec, con el objetivo de garantizar un proceso justo y equitativo.
¿Qué pasa con los adultos?
Las personas mayores de edad también pueden solicitar el cambio de orden de sus apellidos, pero deben presentar una justificación sólida ante un juez. Situaciones como el abandono, la falta de relación con uno de los progenitores o experiencias de violencia en la infancia pueden ser consideradas como motivos válidos para realizar este cambio.
Un cambio importante
Esta nueva posibilidad de elegir el orden de los apellidos representa un avance significativo en materia de igualdad de género y reconocimiento de los derechos de las mujeres. Al permitir que el apellido materno tenga la misma relevancia que el paterno, se contribuye a romper con patrones tradicionales y a construir una sociedad más equitativa.