
Los altos mandos del JNE, ONPE y Reniec deben renunciar para no generar desconfianza, afirman expertos.
En dos meses se iniciará la segunda legislatura parlamentaria, en la cual los congresistas confirmarían su decisión de adelantar las elecciones generales para el año 2024. Los expertos sugieren la reelección de congresistas como parte de la reforma política que debe acometerse.
Para el exdiputado Enrique Ghersi, dar la oportunidad a congresistas que hicieron un trabajo impecable durante su gestión es patrocinar una labor política democrática. Como parte de su análisis, criticó la decisión de Martín Vizcarra, quien durante su gobierno influenció en la población para que no haya reelección.
«Ha sido un grave error impulsado por el vizcarrismo la eliminación de la reelección parlamentaria. La reelección es positiva porque educar a un parlamentario no tarda 5 años, tarda 20 años. Hoy día vemos, con algunas excepciones, un Parlamento lleno de gente muy improvisada que desconoce su función, entonces es muy importante darle un impulso a la democracia», dijo Ghersi.
Separar la paja del trigo
Por su parte, el analista político Ángel Delgado sugirió no castigar a los legisladores que trabajaron creando buenos proyectos de ley a favor de las necesidades del pueblo. Señaló que se debe separar la paja del trigo, y no meter a todos los parlamentarios en un mismo saco.
«Vizcarra nos metió en un problema, no tiene mucho sentido que castiguemos a los buenos congresistas que son los que se pueden reelegir y favorezcamos la entrada de gente tan deplorable como los niños», explicó.
También indicó que no debería haber un Congreso unicameral. «El Senado es una cámara que nos salvó de la expropiación de Alan García. Entonces hemos caído en el juego de los caviares y las izquierdas. El unicameralismo es propio de los regímenes autoritarios, porque la representación está sometida al Poder Ejecutivo, restablecer el Senado también parece una necesidad impostergable así se haga con la intención perversa de algunos de querer perpetuarse. Pero independientemente de esa voluntad, la democracia peruana no debe divorciarse de su tradición histórica», aclaró.











