Una situación preocupante está afectando al sector empresarial formal en Tacna. En las últimas semanas, un número creciente de negocios ha cerrado sus puertas o ha puesto avisos de traspaso, una consecuencia directa, según denuncian, de lo que consideran un "acoso" por parte de funcionarios de la Municipalidad Provincial de Tacna (MPT) a través de multas que, en algunos casos, superan una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) S/. 5,350.00.
Varios emprendedores han contactado a nuestra redacción para denunciar un patrón de visitas continuas por parte de fiscalizadores municipales, quienes imponen multas aduciendo cambios de rubro. La queja más recurrente proviene de restaurantes que, además de alimentos, expenden cerveza o vino.
"Cuando llega un cliente y pide un ceviche, luego normalmente nos pide una cerveza; o cuando consume adobo de chancho desea un vino. Y si para mala suerte llegan fiscalesizadores de la municipalidad, aducen que cambiamos el rubro del negocio porque estamos vendiendo bebidas alcohólicas", comentan empresarios afectados. "Nosotros les explicamos la situación, ellos comprueban que contamos con cocinas industriales —que es lo que exige la norma—, insumos para preparar los alimentos; es más, hasta en otras mesas pueden apreciar a comensales degustando los platos que gastamos, pero de igual modo nos ponen multas", agregó, visiblemente frustrado.
Licencias ignoradas y sospechas de extorsión
Otro empresario gastronómico relató una experiencia similar: "Les mostramos nuestra licencia de funcionamiento que es de 6 de la mañana hasta las 11 de la noche, pero ellos aducen que solo podemos atender hasta las 10 de la noche, pese a que la licencia dice lo contrario. Asimismo, les enseñamos la resolución dada por la misma entidad que nos autoriza a expender licor como complemento de las comidas, pero ellos se cierran e igualmente colocando la multa".
La indignación crece entre los comerciantes, quienes sienten que la presión municipal los está llevando al límite. "¿Somos formales y nos molestan? ¿Qué es lo que quiere este alcalde, que nos volvamos informales, que no paguemos impuestos? A eso nos está orillando el alcalde Güisa", replicó otro comerciante. "Es una lástima que nos tratan como delincuentes. Cada tres días llegan entre 10 a 15 personas a intervenirnos el local; los clientes se asustan y ya no vuelven. ¿Qué es lo que quieren, que les demos algún tipo de coima?, porque eso es lo que parece", añadió, dejando entrever una grave acusación implícita.
La situación plantea serias interrogantes sobre la actuación de los funcionarios municipales y el impacto de estas prácticas en la economía local, impulsando a los empresarios a buscar alternativas ante lo que perciben como una persecución.