Con el cierre de una nueva gestión regional, resurge la indignación y la frustración entre los miembros del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios de Tacna. Atrás quedaron las promesas de una inversión de cerca de 70 millones de soles, destinadas al tan necesario equipamiento para la crucial labor de los hombres y mujeres de rojo en la región.
La ausencia de esta millonaria inyección de recursos plantea una preocupante pregunta: ¿qué ocurrirá si un nuevo incendio de consideración azota la ciudad? El fantasma de la improvisación y la falta de medios vuelve a rondar, y con ello, la amarga certeza de que, una vez más, las "autoridades" de turno podrían volver a prometer "el oro y el moro" a los bomberos, solo para relegarlos al olvido una vez pasada la emergencia.
"Una vez más queda demostrado que los bomberos solo nos ponemos de moda cuando ocurre una desgracia...luego relegados como siempre", es el sentimiento generalizado entre la institución, que lamenta la recurrente desatención hacia su labor, vital para la seguridad de la ciudadanía. La esperanza de contar con equipos modernos y adecuados para enfrentar los desafíos de una ciudad en crecimiento parece desvanecerse con cada promesa incumplida, dejando a los bomberos en una situación de vulnerabilidad y exponiéndolos, una vez más, a los riesgos inherentes a su valerosa profesión.